Estados Unidos.- Gran sorpresa causó una revista de política, al revelar que el mandatario estadounidense, Donald Trump, tiene un 20% de ascendencia mexicana, esto debido a que su bisabuelo era originario de un pueblo de Chihuahua.
Los periodistas mencionan que contactaron a un grupo de investigadores que les revelaron que tras ver las fotos de Trump cuando eran joven, se percataron que tenía “un color de cabello y piel” característico de los latinos, señalando que aunque muchos europeos, asiáticos y ciudadanos de otros continentes tienen cabello oscuro, el pelo de Donald es de un tono negro característico de los hispanos:
“Analizamos varias imágenes de como lucia Trump en la década de los 70´s y 80´s, descubriendo que tenía una melena oscura muy alejada del rubio caoba que luce actualmente.
Por supuesto nos pareció raro que con el tiempo mágicamente se le hubiera cambiado el color de pelo a güero. Supusimos que la teoría de que esta pelón es verdad y usa una peluca rubia para disimular su calvicie, sin embargo nos percatamos que aunque parezca raro, su extraña melena es 100% real, y además (a diferencia de muchas personas de su edad) todavía no tiene muchas canas.
Lo que sí es un hecho es que su tono de cábelo no es real, es decir, usa tintes para adquirir ese rubio despampanante que luce”, señalaron.
Los comunicadores señalan que “lograron conseguir varios cabellos de Donald”, y los mandaron analizar:
“Los expertos se percataron que los cabellos efectivamente tenían colorante. Posteriormente los sometieron a un tratamiento para quitarles el tinte, descubriendo que efectivamente el color oscuro original corresponde al de las regiones hispanas:
“En todos los continentes hay ciudadanos con cabello negro, sin embargo en cada país el tono varia. Por supuesto a simple vista no es tan perceptible, solo los expertos pueden determinar a qué región exacta pertenece cada tono de pelo.
Al analizar los cabellos del mandatario y hacerles pruebas de ADN, se determinó que tiene en sus venas la sangre que tanto odia, ya que es 20% mexicano, y no solo eso, sino que también es un 5% Guatemalteco y un 2% hondureño, ya que su bisabuelo era originario de México pero tenía ascendencia de dichas partes de Centroamérica, y definitivamente Trump heredó dichas características”, relataron.
Los periodistas comentan que el mandatario “eta obsesionado porque nadie se entere de su oscuro secreto”, al grado de que también ha intentado modificar su color de piel: “su obsesión por quitarse su parte latina lo ha hecho pintarse el pelo casi toda la vida, y además se ha sometido a infinidad de tratamientos para blanquear su piel, al grado de que sus células ya comenzaron a dañarse y ahora adquirió un extraño color naranja por tantos procedimientos.
La realidad es que Trump tiene una imagen física fuertemente latina. Los tintes y tratamientos podrán ocultarlo por fuera, pero nunca podrá revertir su verdad, incluso vean a sus dos hijos mayores, los dos también podrían pasar por latinos sin problemas”, puntualizó.
Por: Omar Ariel Cortes