CDMX.- Gran tristeza y desolación experimenta Juan Pérez, un hombre de 40 años que hasta hace unos días se desempeñaba como chofer de una señora de la exclusiva colonia Las Lomas de Chapultepec (el residencial donde La Gaviotatiene su Casa Blanca) luego de que la patrona lo despidiera “por no llamarse Jaime como todos los choferes normales”.
Juan señala que los últimos 15 años trabajó con un empresario que lo trataba muy bien, sin embargo el hombre perdió su fortuna y tuvo que despedir a todos sus empleados:
“Estaba muy a gusto con esa persona porque me pagaba bien y era amable, solo que salió involucrado en el escándalo de los #PanamáPapers y hace 2 meses el gobierno le quitó todo su dinero. Por supuesto ya no podía pagarle a ningún empleado y su esposa me dijo que me recomendaría con una amiga del club para ver si me contrataba”, dijo.
Pérez menciona que finalmente llegó a trabajar a la residencia de Sandra de la Bigorra Limantour de Montes, la esposa de un importante empresario:
“Pues la señora es muy altanera pero en general nunca tuvimos ningún conflicto. Es la típica doña de dinero que ve a los empleados solo como objetos y por eso en los dos meses que llevaba laborando nunca preguntó mi nombre.
Fue hasta el día de ayer que por alguna extraña razón me llamó Jaime cuando quería que le abriera la puerta, y yo le dije que mi nombre era Juan, que por primera vez me miró a los ojos y me preguntó qué porque si mi trabajo era manejar un auto no me llamaba Jaime como todos los demás choferes del mundo.
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Yo le dije que mis papás eran los que habían decidido llamarme Juan, y me preguntó (con una expresión entre sorprendida y molesta) que porque entonces si tenía ese nombre había elegido ser chofer, para posteriormente decirme que estaba despedido porque no podía tener a un chofer que no se llamara Jaime como los de todas sus amigas”, relató.
Por su parte, la señora aprovechó que se encontraba tomando un frappé con sus comadres para comentarles el incidente: “Ósea, ¿se imaginan que durante 2 meses un hombre que no se llama Jaime sino Juan fue el que se encargó de llevarme a todos lados?, digo, con ese nombrecito debe ser una fichita.
Yo no sé cómo mi asistente no revisa bien los documentos de los empleados que me contrata y se percata de esos detalles. No sé de qué clase de familia provenga ese hombre para que le hayan puesto Juan, o cuáles eran sus intenciones para buscar trabajo de chofer llamándose así (tal vez me quería secuestrar), porque es obvio que solo los Jaimes están capacitados para trabajar como choferes.
La verdad creo mucho en el karma y el tantra de los nombres, y solo cuando un chofer se llama Jaime me siento tranquila y confió en que manejará bien, ¿si entienden no?, además no se hagan, que todas ustedes también contratan puros choferes que se llamen Jaime”, le comentó la mujer a sus amigas.
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Por: Omar Ariel Cortes